Sulú tiene dos nombres femeninos detrás: Julieta Lares y Carmela Palacios, quienes unieron la pasión y la experiencia para apuntalar un proyecto que valora los sabores de la abuela.  


Desde niña, Julieta Lares supo que la pastelería conectaba con su forma de ser, era su sueño y a eso dedicaba sus ratos libres. Mientras se preparaba para ser una profesional de la Economía y docente universitaria, observaba con atención los revoloteos en la cocina familiar. Un día la abuela le pidió que hiciera una torta, y las amigas quedaron tan encantadas que el hobby se convirtió en negocio. Con ese primer dinerito compró una batidora y lo que sigue es una historia de pasión por los postres que aún se escribe.



La tía de Julieta, Carmela Palacios, practicaba las técnicas de negocio como concesionaria en la cantina de la Universidad Monteávila. De ahí a que se uniera con su sobrina para establecer un centro de producción no pasó mucho tiempo, y en julio de 2019 dieron el paso que hacía falta para que naciera Sulú, la cafetería y pastelería que no puedes visitar una sola vez porque despierta el goloso que llevas dentro.



Situada en la cuadra más tradicional de la urbanización Las Mercedes, la del centro comercial del antiguo supermercado Cada, Sulú tiene los estantes repletos de tortas, pasteles, galletas y manjares tradicionales cuyas fórmulas fueron rescatadas del recetario de la abuela. Mientras Julieta se esmera en los fogones, Carmela está dedicada a la atención al cliente, sector en el que demuestra su experiencia de 20 años con su propia agencia publicitaria y como profesional de la fotografía.


Antes de inaugurar Sulú hubo momentos en los que no se dieron abasto para atender todos los pedidos que surgieron gracias a los mensajes boca a boca, pero al concretar el proyecto en este agradable local han podido relajarse para mostrar su talante creativo.


Para Julieta, el éxito de su empresa se basa en que todo se hace con amor. “Un postre excelente lleva los mejores ingredientes. Además, la producción recuerda la pastelería casera de los últimos 30 años, esa que casi se había perdido. Con mi mamá recuperamos los postres tradicionales para que no se pierdan las recetas de la abuela”.


Consejo de Sulú para empezar


“Emprender es fácil cuando amas lo que haces. La clave es dedicarte a aquello que harías sin necesidad de que te paguen. Eso es para lo que naciste. No se trata de hacer dinero. Debe ser creado para ti, es tu vida. Te levantas y el emprendimiento está en tu cabeza, en tu mente, es algo importante, que te gusta, que no te cansa. Cuando hay motivación hay creatividad”, asegura Julieta.


El ingrediente estrella del emprendimiento es el sulú, almidón derivado de un tubérculo originario de la cuenca del Orinoco, que puede usarse en postres, cremas y salsas y es de fácil digestión. El  ponqué  de sulú es delicioso y lleva solo cuatro ingredientes básicos: sulú, mantequilla, azúcar y huevos, a lo que se agrega vainilla y sal. También elaboran almidoncitos y alfajores con ese almidón, que les traen del estado Táchira. En la actualidad experimentan con otro tubérculo, la deliciosa batata.


En las páginas de Facebook: endulzateensulu; Instagram: @sulucaracas, y aquí en Tienda Dulcear se confirma que creatividad es lo que sobra. Tortas de chocolate fudge, de vainilla fudge, de dulce de leche, de zanahoria, de guayaba y de guanábana, mostachón de maní, cheese cake, bienmesabe, tiramisú, brownie y mucho más.