Victoria Millán estudió cocina en el Instituto Culinario de Caracas, trabajó un tiempo en El Comedor junto al chef Héctor Romero y tomó clases de dulcería criolla en esa escuela junto a Mónica García, quien le recordaba sus destrezas con lo dulce. “Se me da bien. Está en mí, aunque yo no me consideraba pastelera”. Pero hay senderos a los que se llega sin que se busquen de forma directa. Y cuando terminó las clases de cocina, el primer trabajo que consiguió fue, precisamente, en un centro de producción de postres.

En ese momento se presentó el reto de lograr una torta de chocolate con ciertos parámetros: “Queríamos que no fuera empalagosa y que quedara súper húmeda”. Junto a Alejandra Morales, también egresada del ICC, lograron una receta que se estrenó con éxito en un evento. “Causó sensación”, recuerda Millán.

En septiembre de 2017 esa preparación sería la génesis del emprendimiento que Millán comenzó junto a Morales y que ahora se transformó en una empresa familiar en la que trabaja con su mamá Vicky Millán.

La estrella de esa apuesta ha sido precisamente la torta de chocolate que los fieles comenzaron a llamar Tronchatoro, en honor a la que aparece en la película Matilda y de allí vino el bautismo de su emprendimiento.

Ahora, en sus dominios pueden hacer 25 tortas al día, a las que suman la de Red Velvet en la que aprovechan la remolacha, la de zanahoria  y otras personalizadas. El hijo de Victoria se encarga de apoyarla con unos banderines que pueden acompañar las tortas de los cumpleañeros. Ellos se encargan de llevarlas a domicilio en Caracas, previo encargo.

Millán, quien también estudió mercadeo digital y tiene el segmento “Punto de sabor” en el programa Vitrina de Televen, agradece lo que esta iniciativa le ha deparado. “Hemos tenido mucha aceptación y más apoyo del que imaginé. Esto es algo que me apasiona. Puedo pasar días sin dormir por hornear. Las tortas me han acercado a otras personas”.

En Instagram están como @tortastronchatoro