Si en una foto puedes pasar horas admirándolos imagínate tenerlos en la mesa servidos. Con el llamado efecto de glaseado de espejo el resultado es tan fascinante que el resultado son verdaderas obras de arte. Olga Noskova, una pastelera rusa que se ha convertido en influencer, tomó la técnica de glaçage miroir, de la pastelería francesa y la llevó a otro nivel. Los acabados de su trabajo son tan espectaculares que en su cuenta Instagram ya casi llega a los 600 mil seguidores. Allí ella se presenta no sólo como repostera, sino también como una artista.

Sin poner en duda su talento, que salta a la vista en las fotografías que publica, se dice que el boom de su popularidad ocurrió cuando la popular cantante estadounidense Britney Spears colgó una foto de los pasteles de Noskova en las redes sociales y dijo que eran “demasiado bonitos para comerlos”, desde allí la fama no tardó y la historia continúa hasta hoy, cada día son más el número de personas que la siguen e imitan su técnica.

Más allá del número de seguidores, lo cierto es que en su trabajo se muestra la maestría que posee para trabajar con el color y llegar a imitar la apariencia del espejo o de la piedra pulida sobre los pasteles.  En principio se reservó el secreto de sus geniales creaciones, pero recientemente develó en una entrevista que utiliza “polvo de gelatina, agua, glucosa, azúcar, leche condensada, chocolate y colorante alimenticio”.

Se dice que el éxito de esta técnica es dejar que la mezcla que resulta de integrar todos estos ingredientes se encuentre a 35 grados centígrados y que la torta o bizcocho sobre la que se verterá esté recién sacada de la nevera. Noskova usa además una base que eleva la torta para que todo el glaseado se distribuya uniformemente y debajo coloca un recipiente que recoge lo que cae, para que nada se pierda.

En Instagram: @OlgaNoskova