Cuando uno vive en escasez y camina por el supermercado, además de impactarse con los precios, uno se asombra con nuevos productos que salen (o se atreven salir) en una economía de inflación. Pero así es. De pronto, me llama la atención un pequeño envase que dice: "Yogur  cremoso tipo griego con sabor a naranja", e inmediatamente pienso: "seguro debe servir parea un postre".

Ya mi amiga Margarita me había dicho que no se daba "mala vida" con las tortas y que el envase de yogur le servía de medida para la licuadora.  El yogur griego tiene más contenido graso que el tradicional, 10% contra 4% según Wikipedia, lo que seguramente ayudará en la receta.

Al no tener harina de trigo, decido hacer la torta con lo que me queda: la maicena (ya no tengo mucha tampoco, me quedan dos cajas, las próximas recetas serán sin nada de eso). Se suma a esto que me regalaron un frasquito de esencia de limón (no la conocía), por lo que hice un ponqué bien ligero, sin harina, propio para celíacos, porque la maicena es de fécula de maíz y no le infla la panza a los no toleran el gluten (presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno).

El envase de yogur decía que tiene 110 gr y 130 calorías, pero en volumen tiene 125 ml que es media taza de líquido. Ese volumen que ahora llamo "pote" es la unidad de medida. Así hice:

En la licuadora puse (recuerden que el orden si importa):



  • 3 huevos enteros

  • 1 pote de azúcar

  • 1 pote de yogur griego de naranja

  • 1 pote de agua

  • 1 pote de harina de arroz

  • 1 pote de maicena

  • 1 pote de aceite

  • una pizca de sal

  • 1 cucharadita de polvo de hornear

  • 1 cucharadita de bicarbonato de soda

  • 10 gotas de esencia de limón

  • 1 cucharadita de vainilla


No van a creer lo maravilloso que es el resultado. Ponen la mezcla en el horno a 380ºF  por media hora, hasta que empieza a oler. Al rato la capita superior se tuesta y se pone marrón. El interior es esponjoso, cremoso y sabroso. Recuerden que el olor de los ingredientes le aporta un 60% al sabor, así que la naranja, la vainilla y el limón, son importantes en la mezcla. Lo serviría con un helado de mantecado.


Les va a gustar.




Alberto Lindner comparte, inventa y cuenta deliciosas recetas en su blog: www.cocinardepie.blogspot.com