Hoy te contamos los secretos de un buen soufflé: esa delicia esponjonsa, de suave sabor y exquisito aspecto, cuyo nombre proviene del participio pasado del verbo francés “souffler” que quiere decir “soplar”.


El soufflé se cocina en el horno, y el efecto de “soplado” se produce por la acción del calor sobre el aire contenido en las claras batidas que hace crecer la preparación hasta el doble de su volumen inicial, de allí la recomendación de los expertos de no llenar más de ¾ de la capacidad del molde. Los conocedores de las artes culinarias dicen que un buen soufflé crecerá más arriba de los bordes de su recipiente.


Las presentaciones en la mesa siempre son importantes, en el caso del soufflé, el molde tradicional en donde se cocina y se sirve a los comensales, se llama “ramekin”, que es un recipiente pequeño de bordes altos y rectos, que se usa para porciones individuales.


Los soufflés se pueden preparar salados o dulces, y como en Dulcear.com nuestra especialidad son los postres, queremos hablar sobre los azucarados, que pueden ser preparados con los más diversos ingredientes: dulce de leche, chocolate, vainilla, de confituras de frutas -como la fresa, la guayaba y hasta el limón-, flambeados con licor y largo y delicioso etcétera que dependerá de la creatividad de quien lo elabora.


Su preparación básicamente se hace en dos partes: al elemento que da sabor al soufflé se le considera la mezcla base que, en el caso de los postres, es aquí en donde se concentran los ingredientes dulces. La otra, es la espuma de clara de huevo, es decir, claras montadas a punto de nieve, que son las que aportan la esponjosidad.


¡Atención porque te vamos a contar los secretos de un buen soufflé para que no falles! Es más fácil de lo que parece, pero, como todo en la vida, tiene sus trucos. ¡Y para eso estamos aquí!




Secretos de un buen soufflé


  • Elige el recipiente ideal: bien sea que se usen ramekines individuales u otros moldes más grandes, lo fundamental es que sean profundos y de paredes rectas para que la masa suba de manera uniforme.
  • Anticipa un paso: la mezcla base de los soufflés dulces se puede preparar con antelación y mantenerse refrigerada antes del horneado. Pero es importante que tomes en cuenta que los ingredientes, sobre todo las frutas, se pueden oxidar o cambiar de sabor con el paso del tiempo, por ello es recomendable que las realices máximo entre seis u ocho horas antes. También debes sacarla del refrigerador con antelación para que esté atemperada.
  • Claras en su punto: el batido de las claras es una de las claves del éxito de nuestros soufflés. Estas tienen que quedar firmes, pero sin excedernos. El punto adecuado es el de picos blandos que permite que se mezclen mejor. Recuerda, además, que las claras deben estar a temperatura ambiente y debes añadirle una pizca de sal antes de prender la batidora.
  • Mezcla con sabiduría: es importante que una vez que tengas listas las claras, las añadas de inmediato a la mezcla base. Puedes hacerlo incorporando primero un par de cucharadas de claras montadas y las remueves con rapidez para aligerar la mezcla base; luego, agregas el resto del montado de claras de una sola vez y lo vas incorporando con movimientos envolventes, de abajo hacia arriba y con suavidad, hasta que esté perfectamente integrado.
  • Asegura el deslizamiento: enmantequilla la base y las paredes del molde, con brochazos verticales de abajo hacia arriba, evita hacerlo en circulo, porque no subirá uniformemente. Asegúrate que la mantequilla esté blanda, pero no fundida. Si lo haces correctamente, el soufflé subirá fácilmente durante su cocción.
  • Nada de excesos: es común que las recetas de soufflés dulces indiquen que luego de la mantequilla, se espolvoreen las paredes del molde con azúcar granulada, lo importante es retirar el exceso, golpeando ligeramente la base y dejando caer el que sobre.
  • Cuida la temperatura: si no quieres que tu soufflé de desinfle antes de llegar a la mesa, déjalo reposar un par de minutos dentro del horno antes de abrir la puerta, una vez que haya terminado el tiempo de horneado.
  • Sirve de inmediato: Si quieres triunfar con tu postre, debes servirlo rápidante. Parte de su exquisitez viene dada en que los comensales son los que esperan impacientes el soufflé en la mesa, nunca al contrario. Por ello, siempre se tratará de un postre recién salido del horno.

Fotografía de Carly Jayne en Unsplash


Ahora que ya conoces los secretos de un buen soufflé puedes probar preparando esta deliciosa receta de Soufflé de guayaba que compartió con nosotros María Nevett.