Yogur, crema agria, buttermilk, nata, crema fresca, natilla, suero... Los lácteos fermentados tienen distintas características y nombres, según el lugar en el que nos encontremos. Hoy en Dulcear intentaremos aclararte cuál es cuál, para que si te encuentras alguno de estos en una receta y te surgen dudas, puedas aclararlas aquí.


La fermentación es un proceso químico de oxidación mediante el cual la glucosa produce energía para las bacterias que transforman en ácido láctico.


El ácido láctico, a su vez, evita el proceso de descomposición. Por lo tanto, al fermentar la leche, en realidad, esta se conserva en distintos resultados a los cuales llamamos, como conjunto, lácteos fermentados.


leche , yogurt



¿Cuáles son los principales productos fermentados de la leche?


Nombraremos algunos que, probablemente, ya conozcas y consumas con regularidad. Sin embargo, puede que desconozcamos las propiedades de estos como ingredientes de la repostería o como alimentos del consumo diario:


  • Yogur: Existen varios tipos que se reconocen por la textura, principalmente. El yogurt puede ser líquido o cremoso, así como también puede elaborarse bajo en grasa. La leche cruda se procesa a través de la pasteurización y homogeneización. Luego, se agrega el cultivo de bacterias para fermentarla. Estas condicionan el sabor, la textura y el aroma.
  • Crema agria: También se conoce como nata agria o suero (en algunos países latinoamericanos) y en inglés la encontrarás como sour cream. Debido a su proceso de fermentación, el sabor de este producto es más ácido que el de otros y suele poseer alrededor de 20% de materia grasa. Puede utilizarse en recetas como la del Bundt Cake o el cake de fresas.
  • Buttermilk: En español se conoce como suero de mantequilla o de leche y se obtiene al batir la nata. En repostería se utilizan principalmente dos tipos de buttermilk: ambos son líquidos pero, uno es tan espeso como el yogurt líquido y el otro es un poco más aguado que este. En repostería, el uso de este suero produce un resultado más esponjoso y alzado en las recetas. También vale destacar que su sabor es un poco más agrio que el de la leche desnatada. Aquí podrás visitar nuestra nota para saber un poco más acerca del buttermilk.
  • Nata, crema de leche o creme fraiche: Es una emulsión de grasa natural que se encuentra sobre la leche cruda, no homogeneizada ni descremada. Tiene una textura suave y cremosa. Los tipos varían dependiendo de el porcentaje graso del producto. En el mercado la encontrarás para cocinar (con 30% de grasa) y para montar (con 40% de grasa). En repostería se utiliza generalmente en la elaboración de helados y, la de montar, para hacer crema Chantilly.


¿Cómo elaborar productos lácteos fermentados en casa?


Puede que no encuentres alguno de estos productos en el mercado o la marca existente no te complace. Afortunadamente, cada uno tiene su preparación casera que, en muchos casos, es preferida por reposteros y pasteleros, tanto aficionados como profesionales.


  • Yogur: Necesitas leche y fermentos o un yogurt natural, sin azúcar añadida. Debes calentar la leche en una olla, sin dejarla hervir. Luego mézclala bien con el yogurt. Cuando homogeneice, sella bien la mezcla y resérvala en un lugar a temperatura ambiente durante, al menos, doce horas.
  • Crema agria: Necesitas crema de leche (conocida en algunos países como "nata"), el zumo de medio limón, un par de cucharaditas de vinagre y una pizca de sal. Recuerda que este producto también se le conoce como leche cortada. Deja en reposo la crema de leche con el zumo de limón; al cabo de unos minutos, bate la mezcla. Añade la pizca de sal y las cucharaditas de vinagre. Mezcla todo. Y ¡listo!
  • Buttermilk: Lo hemos explicado en una nota anterior pero, esta vez, lo resumiremos para que la lista de comparaciones sea más práctica en cuanto a tu elección de productos. Necesitarás 240 mililitros de leche animal o vegetal (¡así es!, puedes sustituir por leche de coco, de almendras o cualquiera de tu preferencia). Mézclala en un recipiente junto con una cucharada de vinagre o de zumo de limón. Y ya está listo el ingrediente para tu elaboración de postres. La buttermilk, por cierto, también se conoció por ser un residuo de la crema de leche batida. Una vez que vaciabas la batidora, el sobrante era este líquido graso y ligeramente cremoso que hoy en día resulta tan útil en la repostería.

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Con todo esto, a nosotros se nos antojó preparar una deliciosa torta de yogur. ¿Te animas?