El 21 de abril se celebra en Gran Bretaña el #NationalTeaDay o el Día Nacional del Té. Se trata de una iniciativa promovida por casas de té y entusiastas de la bebida que tiene entre sus objetivos promover su consumo, alentar el abastecimiento ético, destacar aquellas causas que recauden fondos a través del té y ser una vitrina para las marcas.

Tiene mucho sentido que los británicos celebren y promuevan el consumo de té, ya que se trata de una de las costumbres más arraigadas de su cultura y uno de sus sellos distintivos. Y si bien se tiene registro del consumo del té en Europa desde mediados del siglo XVII, lo que hoy en día conocemos como el “afternoon tea” (o el evento en el que nos reunimos a tomar el té) se debe al legado de Anna María Russel, séptima duquesa de Bedford que hizo del té un acontecimiento social y para el cual ella misma ideó los códigos de conducta y vestimenta. De allí que para los británicos, la “hora del té” sea un ritual cotidiano ineludible y con reglas (casi) inquebrantables.

Para los amantes del dulce, un servicio de té puede ser una manera de congregar a los afectos o de agasajar a los invitados con una merienda cálida y elegante. En él se pueden servir desde los típicos scones (panecillos) con mermeladas y nata cuajada, hasta frutas frescas, pastelería fina, ponqués o postres dulces. En este sentido, los “petit fours” son una buena alternativa, ya que permiten la degustación de dulces variados en presentaciones pequeñas, lo que no solo aporta diversidad al paladar sino también colorido a la mesa.

Que el #NationalTeaDay sea una excelente excusa para acercarnos a esta noble bebida y por supuesto, para pasar un dulce momento con gente querida.

Con información de @caracasteaco