Nathalie Kauefati estudiaba primer año de psicología en la Universidad Católica Andrés Bello cuando descubrió la repostería. Desde entonces, más de diez años ha dedicado a hornear pasteles que comenzó vendiendo entre conocidos y oficinas. Finalmente se graduó como psicóloga y ejerció durante dos años en una empresa privada. Durante este tiempo sufrió distintas dolencias (asma, gastritis, tensión alta) y su salud sólo mejoró cuando decidió abandonar la labor institucional para dedicarse a la vida dulce.

Esta repostera ama que sus dulces tengan la apariencia de hecho en casa, por eso los define como clásicos, caseros. Entre sus especialidades están los alfajores, trufas de chocolate, papitas de leche, polvorosas, brownie, ponquecitos y tortas; pero sobre todo resaltan por ser esos dulces tradicionales que no encontraría en una venta por  kilo en una panadería.

Ha sido una autodidacta, porque jamás pensó que este pasatiempo se convertiría en la pasión que le da sustento. Hoy en día lo disfruta tanto, que aunque vive de hacer dulces no lo siente como un trabajo.

Dulces a bordo,  debe su nombre a una ocasión en la que Nathalie trasladaba sus postres minuciosamente decorados, cuando el vehículo que los transportaba realizó un frenazo inesperado y ella gritó: “¡Cuidado, dulces a bordo!” mientras los sostenía firmemente para evitar el accidente que arruinara el delicado acabado de sus conocidos cupcakes.

De chocolate es mejor

El postre que les identifica es un delicioso cupcake de chocolate: una perfecta porción de torta con un hermoso decorado. Fue con este bocado con el que se inició en este mundo dulcero y lo sigue preparando. Se trata de una versión de la receta de la torta de chocolate de la chef Gale Gand, que realizó en su programa “Sweet Dreams” que trasmitía Food Network.

Entre risas asegura que comparte la receta porque a nadie le va a quedar como a ella, así como a ella no le queda como a Gale Gand. Como repostera-psicóloga sostiene que aunque en la repostería se debe seguir la receta exacta, el estado de ánimo influye en el resultado final de la comida.

Se puede vivir del dulce

Emprender en este sector da muchísima satisfacción, porque en Venezuela, aunque es difícil, se pueden conseguir productos de muy buena calidad. La creadora de Dulces a bordo sueña con abrir una tienda donde el comensal pueda degustar un café tradicional con una torta de fiesta, que esté decorada hermosamente, que sea muy esponjosa y con ese delicioso sabor que sólo las tortas de fiesta tienen.

Para Kauefati no se debe menospreciar el trabajo de un repostero, son muchas horas dedicadas a que ese postre luzca perfecto y sea delicioso. Esta profesión da la libertad de poder disponer del tiempo y confiesa que lo mejor de dedicarse a la repostería es tener la felicidad de ver la cara de gozo de las personas cuando disfrutan los dulces que ha preparado. Eso vuelve efímero el tiempo y el esfuerzo invertido para realizarlo.

Dulces Regalos en Caracas desde el exterior

Para quienes viven fuera de Venezuela, pero desean regalar una dulce sorpresa a sus seres queridos, Dulces a bordo ofrece un servicio a domicilio de productos exclusivos diseñados para Boga Gifts, con quienes han establecido una alianza estratégica para celebrar ocasiones especiales con suculentos detalles como el bouquet de Cupcakes, entre otros.
Instagram: @dulcesabordo

Fotografía: Efrén Hernández @esefren

 

No te pierdas la rica receta de Cupcakes de Chocolate que Dulces A Bordo compartió con Dulcear