Para quienes se inician en el mundo de la repostería, preparar la crema batida puede representar un verdadero dolor de cabeza. Si no se hace de la manera correcta el resultado final puede ser desastroso y no muy agradable a la vista: recuerda que aunque tus postres sean deliciosos ¡todo entra primero por los ojos! Si quieres que tu crema batida resulte perfecta sigue los siguientes pasos que te damos a continuación:

La crema de leche que vayas a utilizar debe estar muy fría, así que asegúrate de mantenerla en el refrigerador durante varias horas antes de usarla.

Enfría el bol y también los batidores: Mételos en la nevera durante unos 15 o 20 minutos antes de comenzar todo el proceso. La baja temperatura ayuda a que la crema tome una forma más consistente.

Usa gelatina sin sabor como estabilizante. La crema batida consiste simplemente en batir la crema de leche y eso es perfecto para comer al momento, pero si queremos que se mantenga intacta por más tiempo, podemos usar gelatina sin sabor.

Hidrata correctamente la gelatina. Coloca dos cucharadas de agua en un envase, vierte la gelatina en forma de lluvia y deja que se hidrate durante unos 5 o 6 minutos, luego calienta agua y antes que esté en punto de ebullición retírala del fuego y viértela sobre la gelatina ya hidratada. Disuelve bien, luego deja que se enfríe pero no permitas que se endurezca.

Al batir la crema de leche debes comenzar con velocidad baja y luego ir incrementando  la intensidad hasta que el espesor suba un poco, luego añade el azúcar y la gelatina que ya tienes lista e hidratada. Cuida no sobre batir la mezcla porque se dañará.

La gelatina debe ser añadida lentamente y bajando la velocidad de la batidora. Cuando notes que se hace un pico en la batidora al pasarla por la crema, entonces estará lista.

Actúa con rapidez. Al ser tu crema batida casera no es tan duradera como las comerciales a las cuales se le agregan conservantes. Así que decora o rellena rápido la preparación y lleva al refrigerador. No la dejes fuera de la nevera por más de una hora u hora y media.

 

Con la colaboración de Maryelin Salazar,  repostera y Diego Martínez, Chef