Amores y amoras. Con frecuencia me preguntan cómo mantengo esta figura mami-seisi-voluptuosa-sosistábello que la vida me dio y aquí les compartiré uno de mis trucos mejor guardados... Las barras energéticas. Como sabrán, las barras energéticas son un recurso fantabuloso para esas sesiones de entrenamiento que te sacan la chicha y tras los cuales necesitas tener más fuercita. Los ingredientes se han puesto un poquito cariñosos pero aquí les contaré cómo preparo las mías cuando logro reunir todo. Es importante que sepan que hay una barra para cada ejercicio, pero puedes combinarlas si los haces todos al mismo tiempo.

La levantapesas. Si alguna vez has cargado la ropa sucia desde tu cuarto hasta la lavadora, sabrás que has gastado unas calorías importantes. Para reponerlas vas a necesitar mi barrita levantapesas, que se prepara con una canilla y tres nucitas. Vas a abrir la canilla por la mitad y le vas a esparcir bien la nucita (sé generosa, no queremos que te dé un yeyo). La cierras, la espachurras en la sanduchera y eso te va a quedar miamor. Si estás trabajando con varias cargas de lavadora, calcula una chococanilla por ciclo para no descuidar los diversos grupos musculares.

La corredora. Si tuviste que caminar apuradita para poder alcanzar la camionetica, necesitas mi barra para runners, porque en eso se gasta mucho potasio y desmayada jamás. Al llegar a tu casa vas a rebanar a lo largo dos cambures grandes y vas a hacer con ellos un sanduchón alargadito de cuatro pisos con pinceladas de arequipe de tubito (si lo haces con oblea no te queda igual; no inventes que con la salú no se juega). Si tienes zucaritas o confléises varios los puedes machacar e incorporárselos al arequipe para darle un toque crunchy. Es lo mismo que comer granola pero sin las pasas.

La elíptica. Si llovió por tu casa y tuviste que zanquear charcos aleatoriamente situados con brincos entre la vía y la acera, necesitas mi barra elíptica. Esta se prepara con una susy y un cocosette que debes maridar con cricri derretido (el cricri tiene arroz que es un cereal y tiene full fibra, entonces es súper alimenticio). Antes de rellenar la susy y el cocosette le das al cricri un susto de microondas (que si 10 segundos, para que se ablande) y voilá. Todo en torrecita. Sentirás como el glucógeno se te estabiliza.

La bailoterapéutica. Si bailaste Despacito con el cuello y las manitos porque la escuchaste en la radio de tu carro, tienes que tomar medidas inmediatas. Vas a necesitar dos brownies de paquetico (uno al lado del otro para que te quede rectangular, porque si no no es barra, jelóu), y les vas a poner encima un poquito de helado de mantecado. Lo beneficioso de esta barra a dos temperaturas es que repone las calorías que gastaste a la vez que reequilibra suave-suavecito tu termostato corporal, para que no te dé pasito a pasito un pasmo-pasmosito. Si eres full seria y te preparas esta barra cada vez que escuches la canción, te vas a poner así igualita de fit como la chama que sale en el video, que te lo digo yo. Ténle fe.

¡Listoooo! ¡Espero que estas recetas te sean útiles para reforzar tus entrenamientos diarios y ponerte explotada de alegría!

Y colorín colorado, sabrosito habrás dulceado.