Qué apetecible resulta una rebanada de pan tostado con mermelada casera, ¿verdad?  A diferencia de las versiones comerciales, hacerla en casa es un reto a la creatividad que será recompensado con un sabor único y natural. Aquí compartimos algunos consejos para preparar una rica mermelada sin problemas

. Toma en cuenta el punto de maduración de la fruta. Es importante que ésta no esté ni verde ni excesivamente madura, ya que en este último caso resultará una preparación poco espesa.

. Opta por la fruta de temporada.  La escogencia de la fruta es esencial, porque junto al azúcar, es la base de su mermelada. Las de temporada están mejor de sabor y de precio.

. Cuida la proporción, ya que cuando la cantidad de azúcar es muy inferior a la de la fruta, la mermelada suele resultar muy líquida. Para un kilo de frutas se sugieren entre 700 a 750 gramos de azúcar, no el kilo completo, aunque hay quienes recurren a la miel o concentrados de jugo que se endulzan al hervir.

. Vigila la cocción. La falta o exceso influye en el éxito de la mermelada. Un truco casero para comprobar el punto de cocción es colocar una gota de la preparación en un papel de cocina y ponerlo en vertical, si la gota resbala como una lágrima, debes cocinar la mermelada un poco más.

. Cuenta con la pectina. Se obtiene de las frutas y, básicamente, al unirse con la azúcar, proporciona una consistencia más gelatinosa a la mermelada. Si deseas agregarla a tu preparación toma en cuenta que a mayor cantidad de pectina, menor es el tiempo de cocción, por tanto, mayor sabor a fruta, explican los expertos.

. Juega con los sabores. Más allá de las frutas convencionales o favoritas, busque nuevos gustos en su preparación, por muy atrevidos que le parezcan. Hay quienes incluso sugieren mezclas como naranja con sal ahumada o balsámico con fresas, o por qué no, agregar hierbas, especias y raíces aromáticas como el jengibre, el clavo de olor, la canela.